…Y un día nos acordamos de que existia Haití

Los desastres naturales nunca son solo un capricho de la naturaleza. Se construyen socialmente.
La verdad es que la situación de Haití era penosa mucho antes de que un movimiento de tierra lo pusiera en las pantallas de todo el mundo.
Hablamos de un Estado que según Naciones Unidas ocupa el puesto 149 en desarrollo humano y que solo supera a 33 países en el mundo, todos ellos africanos. Para ser claros esto quiere decir que desde antes del terremoto la mitad de la población vive con menos de 1,25 dolares diarios, que el 42% no tiene agua potable, que el 40% de los adultos es analfabeto y que el 20% de los nacidos no llegaran a cumplir cuarenta años. La esperanza de vida del país es de 53 años.
La situación de emergencia gravísima que tenemos en la actualidad no se debe solo a un desastre natural.

El problema es que la tierra se sacudió en el peor sitio posible; en un lugar con una capacidad logística mínima, sin desarrollo de redes de transporte y comunicación básicas y con una economía  sumergida por deuda externa.

Varias de las naciones que ahora ayudan a Haiti son responsables históricos de tenerlo en el atraso económico debido a deudas contraídas desde la independencia, que aumentaron espectacularmente durante las dictaduras militares que se prolongaron hasta 1991.
La deuda de Haiti actualmente asciende a 2.000.000.000.000 dolores de los cuales se estudia «perdonar» una parte. Esta deuda es el precio que se cobró a la nación caribeña por  ser los primeros en declarar el fin de la esclavitud en 1804 y derrotar luego al ejercito de Napoleon para confirmar la independencia. Una vez independiente las naciones decidieron  no comerciar con un Estado gobernado por esclavos liberados, para evitar imitaciones, y el pueblo recien liberado se vio confinado al aislamiento.
Los gobiernos posteriores no hiceron mas que engrosas la cuenta siguiendolos consejos de los organismo internacionales que siempre decidieron las condiciones del crédito.
Una suerte bastante distinta tuvo Republica Domincana partiendo de bases naturales similares pero con una historia que lo supo tratar mejor.
Actualmente a pesar de tener un 47% de la población con desnutrición Haití exporta alimentos a República Dominica (mangos, café y caña de azúcar principalmente). La tierras de mayor fertilidad, en control de una minoría de la población se destinan ello. La mitad de los haitianos viven de una agricultura de subsistencia que los obliga a deforestar para usar los suelos de baja productividad de la selva.
La imagen satélite muestra el limite entre Haití y República Dominicana, este ultimo debido a un mejor desarrollo ha podido conservar sus selvas.
Al quitar la cobertura vegetal selvática los suelos se erosionan y el circulo de la pobreza continua.
Cuando los suelos se agotan la pobreza se difunde a las ciudades.
Allí varias maquiladoras producen con salarios de miseria productos que se exportaran al mundo a través de firmas como Sears, Wal-Mart o Disney.
Solo resta esperar que a partir de esta tragedia se puede reconstruir el país con el cese de la deuda externa y el inicio de un comercio beneficie a sus pobladores.
Haití precisa solidaridad, pero mas que nada necesita justicia, algo que los medios de comunicación , obsesionados con la sangre y la miseria frecuentemente olvidan.
En el mapa la lineas muestran áreas de inestabilidad de la corteza terrestre debido al choque de placas y los círculos los epicentros del sismo y sus replicas. El tamaño es proporcional al valor en la escala Richter

«Haiti, never free,
And not afraid to sound alarms»

Fragmento de «Haiti». Por Arcade Fire
(banda canadiense / disponible en el reproductor)
Información sobre Haití
Galeano y la historia de Haiti
Sobre las inundaciones de 2004 (Rebelion)
Sobre las maquilas y Republica Dominicana página 12
Sobre terremotos de categoria 7

Deja una respuesta