La ciudad de Guiyu de 150.000 habitantes puede considerarse como el vertedero de residuos electrónicos más grande del mundo. En el mismo existe una economía ilegal vinculado al reciclaje electrónico que tiene amplias consecuencias a sociales y ambientales para la región.
Las tareas realizadas por los habitantes de esta ciudad suponen un riesgo elevadísimo para la salud debido a presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas en el ambiente como los gases emitidos por la quema de los restos para obtener los metales, entre ellos oro, cobre, plomo . A modo de ejemplo los niveles de plomo son 300 veces mayores a los de la región y por supuesto que varias veces superiores a los límites de la OMS. A pesar de los riesgos los salarios pagados por estas actividades representan una mejoría económica para una de las regiones pobres de China llegando inclusive a triplicar los salarios pagados por tareas agrícolas.
Uno de los grupos con mayor exposición a este ambiente son los niños que realizan tareas de clasificación en este ambiente y conviven con los tóxicos diariamente. Es importante recordar que los efectos del plomo sobre el organismo pueden suponer un retraso en el crecimiento físico e intelectual especialmente en edades tempranas.
Más datos sobre la ciudad en Wikipedia